Siente mi silencio
aullar entre palmeras
deteniendo vocales
hasta morir de pena.
No volverás a oír
mi corazón gemir.
Porque una noche
agonizó de pena
y en la mañana
murió del mal de amor.
Siente el silencio
calar hasta tus huesos,
romperse en el naufragio
de no poder soñar.
No hay llantos,
ni gargantas.
Es el silencio plano
sin gritos.
ni palabras.
Siente el silencio
cargado de mil gestos.
De manos
y cansacios.
un silencio de sombras.
Con hechos
y recuerdos
que ahondan las entrañas.
Sigue viviendo
sintiendo mi silencio.
Porque aún te siento
en estos mares de silencio
-la ausencia que yo vivo-.
Si. Se vive en silencio...
Sintiendo tu silencio.
Ángela Becerra
4 comentarios:
Un bonito poema, el silencio se pueden decir muchas cosas.
Abrazo
Nada más atronador que el silencio, cuando se viste de ausencia ¿verdad?
Un gran abrazo, amiga.
Así como del fondo de la música
brota una nota
que mientras vibra crece y se adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
brota del fondo del silencio
otro silencio, aguda torre, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.
Octavio Paz
Besotes
Hermoso poema.
Puede que viva y esté muriendo por tu silencio.
Besos!
DEDOS QUIETOS
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