Inútilmente interrogas.
Tus ojos miran al cielo.
Buscas detrás de las nubes,
huellas que se llevó el viento.
Buscas las manos calientes,
los rostros de los que fueron,
el círculo donde yerran
tocando sus instrumentos.
Nubes que eran ritmo, canto
sin final y sin comienzo,
campanas de espumas pálidas
volteando su secreto,
palmas de mármol, criaturas
girando al compás del tiempo,
imitándole la vida
su perpetuo movimiento.
Inútilmente interrogas
desde tus párpados ciegos.
¿Qué haces mirando a las nubes,
José Hierro?
De "Cuanto sé de mí" 1957-1959
Tus ojos miran al cielo.
Buscas detrás de las nubes,
huellas que se llevó el viento.
Buscas las manos calientes,
los rostros de los que fueron,
el círculo donde yerran
tocando sus instrumentos.
Nubes que eran ritmo, canto
sin final y sin comienzo,
campanas de espumas pálidas
volteando su secreto,
palmas de mármol, criaturas
girando al compás del tiempo,
imitándole la vida
su perpetuo movimiento.
Inútilmente interrogas
desde tus párpados ciegos.
¿Qué haces mirando a las nubes,
José Hierro?
De "Cuanto sé de mí" 1957-1959
2 comentarios:
¿Será que nuestra vida va dejando sus pequeñas cuentas en todo aquello que mora, sea cosa animal o persona? ¿Será que nos buscamos ahí fuera, intentando reconocer quienes somos?
¿O será que, simplemente, miramos las nubes por simple placer?
Gracias, amiga, por traer hasta aquí al gran poeta de Las Nubes.
Un gran abrazo.
El que teme a la duda, teme hacerse cualquier pregunta.
Fascinante intemporalidad
Besotes
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